monstruos infames :       Hay tantas historias sobre las pequeñas hadas como niños que hacen travesuras. Pero, lo que en un principio eran pequeños hurtos de joyas o dulces, ahora se ha convertido en robos incluso en atentados contra aquello que resulta vital para los hombres. En su deseo de imitar a los otros han encontrado diversión en jugar a la guerra, incluso cuando lo tienen prohibido. Los monstruos o criaturas infames son como los niños traviesos del mundo de Ánder y solo saben hacer travesuras. Les resulta complicado pensar a largo plazo y, por ello, son imposibles de controlar. No hay que dejarse engañar por los movimientos graciosos y agitados de estos duendes con aspecto de anfibio y orejas de murciélago. Suelen aglutinarse en grupos y se abalanzan juntos sobre sus víctimas para maltratarla de la forma más cruel posible con sus afilados colmillos y garras. Pero, incluso en la batalla, su comportamiento sigue resultando caótico, desconcertante y, en cierto modo, nervioso. “De pronto, sale huyendo despavorido y, poco después,... , quier reanudar el combate .